¿En qué consiste la contactología?
Las lentes de contacto (también conocidas como lentillas) son unas lentes correctoras o cosméticas que se colocan en el ojo, concretamente sobre la capa lagrimal que cuida y lubrica la córnea. Estas lentes son un producto sanitario y deben cumplir todos los requisitos de estos.
Se fabrican en distintos materiales y geometrías para la corrección de errores refractivos del ojo, como miopía, hipermetropía y astigmatismo, deformaciones u otros problemas corneales, o también como un método más del entrenamiento visual.
El primero en idear algo parecido a una lente de contacto fue Leonardo Da Vinci, posteriormente otros físicos han probado ideas diferentes hasta las primeras lentes en metacrilato a finales de los años 40.
Las lentes de contacto flotan sobre la lágrima que ocupa la parte frontal de la córnea y funcionan igual que los cristales de las gafas.
Algunas personas desean utilizar lentes de contacto simplemente por un motivo estético: porque no les gusta cómo le quedan las gafas.
A diferencia de las gafas, las lentes de contacto en general no se caen, ni se empañan, ni se mojan con la lluvia.
Las lentes de contacto también pueden servir para mejorar la visión de aquellas personas cuyas córneas han sido dañadas por una enfermedad o por una lesión traumática.
Las lentes de contacto, además, son la mejor solución para la práctica deportiva o para aquellos que realizan tareas en las que la utilización de gafas no es del todo cómoda. Además, proporcionan una mejor visión periférica (de los lados) que las gafas.
Por último, es muy importante resaltar que la adaptación de unas lentes de contacto no se debe realizar jamás sin un estudio previo del caso y depende de diversos factores: un estudio de las características oculares, una cuidada selección de los materiales, una estrecha colaboración entre el usuario y el profesional de la visión, y un eficaz seguimiento posterior.
Las lentes de contacto las podemos clasificar en lentes permeables al gas (rígidas) o blandas.
Las primeras se usan poco en la actualidad, son menos cómodas, requieren mayores cuidados y se adaptan en centros más especializados. Actualmente las demandan personas que las usan hace mucho tiempo, en casos especiales como queratocono, deformaciones corneales , intolerancia a lentes blandas , astigmatismo irregular…
Es necesario una adaptación especializada con pruebas como topografía… pero el resultado obtenido es muy bueno.
En cuanto a las lentes blandas o hidrofílicas a su vez se pueden dividir en lentes convencionales (duran aprox. 1 año) y lentes desechables.
Las primeras requieren un cuidado más profundo que las desechables, tienen que durar más tiempo pero tienen la ventaja de que se hacen a medida y cada uno de los parámetros de la lente será para un solo paciente.
Las desechables se clasifican en diarias (un solo uso), quincenales (durarán 2 semanas) y por último mensuales.
Todas las lentes se pueden fabricar en distintos materiales, nosotros al hacer el estudio de adaptación seleccionaremos el que mejor se adapte al usuario. Nunca se deben comprar lentillas sin un estudio previo.
Las lentes de contacto son la mejor opción en casos de ojo vago, cuando la graduación es muy alta, como terapia visual y para mejorar la visión al estar pegadas al ojo se ve mejor( no hay cambio en el tamaño de la imagen)