El sentido del oído es unos de los cinco sentidos del ser humano, teniendo una gran importancia en nuestra especie ya que gracias a él no solo podemos recoger mucha información del mundo que nos rodea sino que además nos permite desarrollar el lenguaje algo característico del ser humano.
El oído consta de tres partes:
Oído Externo:
Diferenciamos el oído externo en dos partes, pabellón auricular y conducto auditivo externo (CAE). El pabellón tiene como objetivo fundamental dada su morfología, proteger la entrada al (CAE) y dirigir el sonido a través del conducto hasta la membrana timpánica que es donde empieza el oído medio.
Oído Medio:
El oído medio, es una cavidad llena de aire donde encontramos numerosos elementos anatómicos: tímpano, caja timpánica, cadena osicular, trompa de Eustaquio y antro mastoideo. Básicamente la función es la transmisión por la vibración del tímpano a la cadena de huesecillos que amplifican la señal golpeado en la ventana oval del oído interno.
Oído Interno:
También conocido como caracol (cóclea) está lleno de líquido el cual estimula unas células ciliadas que se encargan de convertir la señal mecánica en impulsos eléctricos para que más tarde puedan ser interpretadas por el cerebro. Además de la función sonora también existe otra parte muy importante y fundamental como es el equilibrio.